Eres invulnerable. ¿No te han dado los números que rigen tu destino certidumbre de polvo? ¿No es acaso tu irreversible tiempo el de aquel río en cuyo espejo Heráclito vio el símbolo de su fugacidad? Te espera el mármol que no leerás. En él ya están escritos la fecha, la ciudad y el epitafio. Sueños del tiempo son también los otros, no firme bronce ni acendrado oro; el universo es, como tú, Proteo. Sombra, irás a la sombra que te aguarda fatal en el confín de tu jornada; piensa que de algún modo ya estás muerto.
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Y el corazón y el cálculo y la brújula, fracasando los tres. No hay quien te acierte. No verte.Gerardo Diego
Poeta Julio Medina Gimenes
sábado, 2 de julio de 2011
A QUIEN ESTÁ LEYÉNDOME
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