Poeta Julio Medina Gimenes

Poeta Julio Medina Gimenes
s no es para quedarnos en casa que hacemos una casa no es para quedarnos en el amor que amamos y no morimos para morir tenemos sed y paciencias de animal.Juan Gelman

martes, 4 de octubre de 2011

MÚSICA -Janis Joplin, la estrella solitaria Se cumplen 41 años de la muerte de una de las más emotivas y desconsoladas voces de la historia del rock & roll


Janis Joplin, la estrella solitaria. Una supernova que brilló intensísimamente en el firmamento del rock and roll hasta que su luz se apagó ensombrecida por las drogas y el alcohol un 4 de octubre de hace 41 años. Pocas como Janis para simbolizar y vestir lo que fueron aquellos trepidantes y rompedores tiempos del hippismo y la contracultura, días de vino y rosas, de rebelión, de flores en el pelo e ideas que lucían todo su esplendor en la yerba de campus y festivales.
Janis vivió a tope, con prisa y también sin pausa. Sus padres allá en su Texas natal habrían querido que fuese maestra, pero ya en su primer año de instituto empezó a frecuentar la compañía de jóvenes que se habían empapado, además de sustancias espirituosas de todos los tipos, de las enseñanzas de los vagabundos del Dharma, que se habían puesto en el camino de Kerouac y que aullaban como lobos ginsbergianos a la luna de Kentucky. Colega de estos chavalotes beatniks, pronto Joplinfue señalada en clase con el dedo de los conservadores. "Amiga de los negros” era una de las lindezas con las que solían tildarla. Y se puso de negros, de música negra, hasta arriba, en baretos de carreteras perdidas de Texas y Luisiana, tragos de blues y jazz (Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Billie Holiday) y a los diecisiete (1960, más o menos) se atrevió a ponerse ante el micro.
Tres años después ya estaba en aquel San Francisco en el que empezaban a fructificar las semillas de lo que sería el Verano del Amor del 67. Bajó a los infiernos y hasta pensó en volver a su hogar y casarse. No lo hizo, y se unió a laBig Brother and the Holding Company, poderosa banda de la bahia de San Francisco que se codeaba en los escenarios con otros hippies de pro como la Jefferson Airplane, Quicksilver Messenger Service y Grateful Dead. En 1967 estaba en el Festival de Monterey con Jimi Hendrix (el pasado 18 de septiembre también se cumplieron 41 años de su desaparición), Otis Redding, los Who, los Mamas and The Papas. Tras el exitazo de Janis y el grupo cayeron en manos de Albert Grossman, productor de Dylan. Y de allí a Nueva York para grabar Cheap Thrills, su primer álbum.

Dolor y psicodelia

Psicodelia, blues lacerante y dolorido, y la voz de Janis, desgarradora en aquellos días, le dieron alas al grupo y al disco. Pero Janis quería volar en solitario y formó la Kozmic Blues Band con la que publicó I Got Dem Ol' Kozmic Blues Again Mama!, Las críticas no fueron muy positivas e incluso Rolling Stone habló de había nacido la Judy Garland del rock. Por aquel entonces la heroína había entrado al galope en su vida y sus declaraciones ante la Prensa mostraban el lado más desolado de la cantante texana: “Puedo actuar ante más de veinticinco mil personas, hago el amor con ellas, pero luego me voy a casa sola”. El verano de 1969 pasó por Woodstock, y el grupo (que Janis siempre soñó que fuese como una comuna rodante) se disolvió a finales de ese año. En el Chelsea Hotel, el Hotel de los Corazones Rotos (y de las más grandes juergas y saraos) conoció a gente como Leonard Cohen, se fue una temporada a Rio de Janeiro a desintoxicarse, se echó un novio, David Niehouse, volvió a San Francisco, montó una nueva banda, la Full Tilt Boogie Band, se echó otro novio, Seth Morgan, y se dispuso a grabar Pearl en Los Ángeles, en septiembre del 70.
Un mes después, el 4 de octubre, cuentan los cronicones del rock and roll que Joplin y la banda estaban realmente contentos pues las cosas en el estudio habían ido muy bien. Había que celebrarlo. Corrió el alcohol, sonaron los cascos mortales de las hipodérmicas y Janis se fue, cantando en el viento, como Dylan nos había enseñado. Hay otras versiones más siniestras. Pero lo que cuenta es que las cenizas de Janis fueron aventadas sobre el Océano Pacífico y algunas noches de verano y de luna llena, desde el fondo del mar emerge una sirena con los antebrazos jodidos de verdad por los pinchazos, y que una voz que surgen de lo más hondo de la Tierra conmueve incluso a los tiburones.

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