Un día vi pasar a la muerte
no iba a caballo
chillaba como las golondrinas alrededor de Santa María Maggiore.
Es triste una muerte así
lo digo en serio y por las duda que alguien no sepa que una muerte así es triste.
Esa muerte chillaba como un condenado
no la favorecían el bello estío, las fuentes, las mujeres que ella dejaba transitar
como calor, fuego o piedad.
La muerte esa no valía un centavo en ningún lugar del mundo.
Por empezar no era necesaria,
no tenía aventura ni coraje,
no cantaba,
no era capaz de hacer cantar,
no usaba medias azules.
Sus ojos chillaban como golondrinas cortando la tarde alrededor de Santa María Maggiore.
Lo digo yo que la vi.
Daba lástima o pena esa muerte a cocheros caballos suaves en la mitad del día.
Muerte sin gusto,
sola,
infeliz,
muerte vieja,
sin volar,
sin hilo en los piecitos,
chillando en la mitad de la plaza.
Cuando terminó de pasar tuve miedo,
no quiero ver nunca más a esa muerte,
de todo corazón no quiero verla nunca más,
especialmente el día de mi muerte.
no iba a caballo
chillaba como las golondrinas alrededor de Santa María Maggiore.
Es triste una muerte así
lo digo en serio y por las duda que alguien no sepa que una muerte así es triste.
Esa muerte chillaba como un condenado
no la favorecían el bello estío, las fuentes, las mujeres que ella dejaba transitar
como calor, fuego o piedad.
La muerte esa no valía un centavo en ningún lugar del mundo.
Por empezar no era necesaria,
no tenía aventura ni coraje,
no cantaba,
no era capaz de hacer cantar,
no usaba medias azules.
Sus ojos chillaban como golondrinas cortando la tarde alrededor de Santa María Maggiore.
Lo digo yo que la vi.
Daba lástima o pena esa muerte a cocheros caballos suaves en la mitad del día.
Muerte sin gusto,
sola,
infeliz,
muerte vieja,
sin volar,
sin hilo en los piecitos,
chillando en la mitad de la plaza.
Cuando terminó de pasar tuve miedo,
no quiero ver nunca más a esa muerte,
de todo corazón no quiero verla nunca más,
especialmente el día de mi muerte.
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