La crisis es mucho más que números con el signo negativo o tablas estadísticas con curvas de vértigo. Es real y obliga a hacer recortes en cosas que se dan por asumidas, como la conexión al cable. Para el que no puede costearse el acceso a Internet, las cafeterías con redes inalámbricas abiertas son una alternativa ideal para montar la oficina personal y navegar por la red.
Eso mientras dure el chollo. Y es que la peor pesadilla para muchos blogueros en Nueva York se está haciendo poco a poco tan real como la crisis misma. Cada vez más locales están decidiendo tapar literalmente los enchufes, para que con la excusa de tomar un frappuccino no se les instalen durante horas con sus portátiles y tabletas, sin dejar mesas a otros clientes.
"¿Van a convertirse las cafeterías en el último bastión de la mala educación en nuestra sociedad?", se preguntan los autores del popular Gwaker. Era cuestión de tiempo que este movimiento contra los conocidos como "vagabundos del portátil", que empezó a tomar cuerpo hace dos años, llegara a las cafeterías de Starbucks. Y ahí es donde se montó la furia en la blogosfera.
No es un secreto para nadie que gastando un par de billetes con la esfinge de George Washington se tiene escritorio, electricidad e Internet gratis durante todo el día. Solo hay que mirar al interior de uno de los Starbucks en cualquier barrio en Manhattan, repletos de jóvenes con dispositivos inalámbricos escribiendo emails, surfeando por la red o incluso jugando en Wall Street.
No más acampadas, dicen los gestores de algulos locales, que necesitan ver rotar con más frecuencia los clientes, porque también tiene que hacer negocio y poder pagar el alquiler. En Starbucks admiten que tapar los enchufes es una medida "agresiva", pero señalan que hay casos en los que no tienen otra opción porque "hay personas con las que no se puede razonar".
Es lo que pasó en el local de la compañía de Seattle en la calle 39 con la Octava Avenida. También se taparon algunos enchufes en la 23, muy cerca de Madison Square Park. Starbucks Gossip es un hervidero. Se teme que el racionamiento de electricidad sea solo el inicio del fin de la filosofía de bienvenida seguida por Starbucks. Si es así, habrá que acampar en Barnes & Noble.
Pero en la cadena de librerías, que también atraviesa por dificultades en la nueva era digital, el uso del portátil está limitado en algunas de sus cafeterías, como los enchufes. Starbuck ni confirma ni desmiente que haya habido un cambio de política o que haya autorizado esta medida para casos extremos. Por cierto, la franquicia va a cerrar las cafeterías en la recién liquidada Borders.
No hay comentarios:
Publicar un comentario