"Nadie puede estar al servicio de dos amos...No podéis servir a Dios y al dinero" (Mt 6,24). Con esta cita evangélica como fundamento, el Foro de Curas de Madrid, que aglutina a un grupo de 120 curas de la archidiócesis madrileña, ha publicado un documento en el que acusan a su cardenal, Antonio María Rouco Varela, de haber caído en la tentación de "fiarse del poder y del dinero" para financiar "el altísimo costo" de laJornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se va a celebrar en la capital madrileña el próximo mes de agosto. Los sacerdotes creen que "el pacto (de Rouco) con las fuerzas económicas y políticas refuerza la imagen de la Iglesia como institución privilegiada" y la deja sin capacidad de denuncia profética de la situación de los empobrecidos.
En un documento de 10 páginas, titulado 'Los mecenas de Rouco', los curas madrileños ofrecen un análisis pormenorizado, con cifras, noticias y datos de todo tipo, sobre la Fundación Madrid Vivo, orquestada por el cardenal de Madrid para ayudarle a sufragar el coste de la JMJ. Se trata, a su juicio de un grupo de 40 empresas que "tienen mucho dinero y mucho poder, que controlan no sólo sus propios e inmensos recursos financieros, sino también el ahorro de los españoles".
Un colectivo empresarial que, según los curas, "puede dominar a los gobiernos y superponerse a las decisiones que las instituciones democráticas adoptan" y que, además, "tiene influencia sobre los organismos internacionales y de creación de opinión pública".
Empresas cuya "ansia incontrolada de beneficios" está en el origen de una crisis, que no sólo originaron, sino que, además, durante su desarrollo "han fallado rotundamente, han cargado el coste sobre la población y hacen negocio con el 'rescate'".
Tras analizar la ventajista relación de estas grandes empresas con los países de Sur, los curas denuncian asimismo sus tácticas fiscales, sumidas, a menudo "en la injusticia y en el fraude fiscal", a través de los paraísos fiscales. De ahí que concluyan: "Parece claro que el sistema tributario y su aplicación están diseñados en nuestro país para beneficiar a los bancos, las multinacionales y las grandes fortunas".
'Rouco ha elegido a los peores colaboradores
Tras analizar la praxis de la Fundación Madrid Vivo, el Foro de Curas de Madrid concluye que "el obispo de Madrid, acuciado quizás por los millonarios gastos de la JMJ, en su Fundación Madrid Vivo ha elegido a los peores colaboradores".
Con esta nueva alianza entre Dios y el dinero, se hacen "publicidad recíproca y a los empresarios les viene muy bien salir en una foto bendecida por Rouco y por el Papa", explica Eubilio Rodríguez, de la comisión permanente del Foro de Curas de Madrid. Y el sacerdote, que atiende la parroquia de la Cañada Real, uno de los mayores poblados chabolistas de Madrid, concluye: "Es como si al levantar el cáliz dijésemos: 'beba Coca-Cola', porque estos mismos empresarios explotan a la gente de mi barrio y, con esto, lo que quieren blanquear el dinero en la sotana del Papa".
Estos curas madrileños no están en contra de la visita del Papa. "Visita sí, pero no así", es su eslogan. "Si viene acompañado del Corte Inglés, Telefónica y Banco de Santander, mejor que no venga", dice Evaristo Villar, otro sacerdote del Foro. Preferirían que viniese "no como Jefe de Estado, sino como un pastor humilde" y "para denuncie desde Colón o desde Cuato Vientos el problema de los parados, de la miseria, de las relaciones con el Islam o con los marroquíes".
Autoglorificación de Rouco
Pero tal y como está montada, la JMJ sólo servirá, según los curas, para mayor gloria de Rouco y descrédito de la Iglesia. "La JMJ es la autoglorificación del pontificado de Rouco, un acto de fortalecimiento de la institución", dice Rafael Rojo, párroco de Santa Adela en Canillejas. Y Eubilio remacha: "La consecuencia es que, una vez más y desde Recaredo, la gente ve a la Iglesia aliada con los ricos y con los privilegiados". Como consecuencia de esa imagen, "la gente se aleja cada vez más de la Iglesia".
Y, aunque son conscientes de que, a estas alturas, "el sarao que está montado ya no tiene arreglo", claman por una JMJ diferente. Se trataría de una visita del Papa financiada por los propios católicos, por ejemplo. "Pero, como de la gente no se fían, han buscado a las grandes empresas".
De esta forma "la Iglesia se predica a sí misma y no a Jesús". Es decir, "Jesucristo no es el objetivo, sino la Iglesia" y lo que se busca "no es la evangelización de la gente, sino su adoctrinamiento". La consecuencia es que "muchos católicos se están yendo de la Iglesia" en una especie de estampida silenciosa, a la que contribuirá, según los sacerdotes, la JMJ.
Y eso les duele y les indigna. Por eso, además de enviarle el documento al cardenal Rouco Varela, se han visto obligados a salir a la palestra pública con desazón. "Tenemos que criticar a nuestra propia casa y a nuestra propia madre, porque no es capaz de asumir la modernidad". Y lo hacen sabiendo que la jerarquía les considera "palos en las ruedas" e intenta silenciar sus denuncias por todos los medios en el seno de la propia institución.
Incluso apelando al Evangelio. De ahí que concluyan su documento como lo habían empezado: "Fiarse de la fuerza del poder y del dinero a la hora de evangelizar supone someterse a una tentación tan vieja como la misma Iglesia. Los que así piensan lo hacen seguramente con la santa intención de utilizar unos recursos más realistas, eficaces y rápidos para llegar las multitudes. Pero ya nos advierte el Evangelio de que "nadie puede estar al servicio de dos amos...No podéis servir a Dios y al dinero" (Mt. 6,24).
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