Henry McCarty, más conocido como «Billy the Kid», es probablemente uno de los mitos más universales del Viejo Oeste americano. De origen irlandés, se cree que nació el 23 de noviembre de 1859, aunque los historiadores no logran ponerse de acuerdo sobre su lugar de nacimiento.
Poco importa, ya que sí se sabe que la mayor parte de sus correrías las llevó a cabo en el condado de Lincoln, en Nuevo México, y en sus alrededores convertido ya en un «gunman», un pistolero que en su corta vida se llevó por delante a 21 hombres, «sin contar mexicanos», según una frase que se le atribuye como buena.
La única fotografía que se hizo en toda su vida, captada hace 132 años, acaba de ser vendida en Denver (Colorado) por la casa de subastas Old West Show & Auction. El precio alcanzado es de 2,3 millones de dólares, es decir, 1,62 millones de euros.
Comprada por William Koch
Su comprador es William Koch, un empresario de 71 años afincado en Florida, que se declara «un apasionado del Viejo Oeste». El feliz propietario aseguró que «pienso disfrutarla y compartirla discretamente», en declaraciones recogidas por el diario neoyorquino «Daily News».
El coleccionista Koch tiene en su poder otras piezas únicas del Far West, incluido un rifle que perteneció al general George Armstrong Custer, el mítico oficial al mando del Séptimo Regimiento de Caballería de Michigan, que pasó de luchar en la Guerra de Secesión a morir con todos sus hombres a manos del jefe indio Caballo Loco en la batalla de Little Big Horn.
Tomada en Fort Sumner
La placa en cuestión fue captada en la localidad de Fort Sumner (Nuevo México) mediante una rudimentaria técnica fotográfica que utilizaba placas de metal. Recoge la imagen de Billy el Niño de pie, mirando a la cámara y apoyado en su winchester de repetición.
El joven forajido entregó el retrato a la familia de un amigo, Dan Dendrick, cuyos descendientes lo han conservado hasta ahora.
A lo largo de su vida «Billy the Kid» utilizó al menos dos nombres: Henry Antrim y William H. Bonney. Vivió apenas cuatro años en el condado de Lincoln, en el que comenzó como vaquero y acabó por ser uno de los pistoleros más famosos del territorio.
Aunque los últimos trabajos de los expertos le atribuyen «solo» la cifra de siete asesinatos -entre ellos el sheriff Brady, de Lincoln- y otras dos muertes en defensa propia, no por ello ha menguado la imagen mítica de Billy el Niño.
El nuevo sheriff de la localidad, Pat Garrett, capturó en diciembre de 1880 a Billy, por el que se ofrecía una recompensa de 500 dólares. El forajido fue condenado a muerte, pero a la espera de su ejecución se fugó en abril de 1881 matando a sus dos guardianes.
Murió a manos del sheriff Pat Garret
Tres meses después de su fuga, Garret y sus ayudantes cercaron a Billy en las afueras de Fort Sumner y le dieron muerte en una situación confusa. El caso es que el 14 de julio de 1881, a los 21 años edad, Billy el Niño murió de un tiro de escopeta en el estómago. Su carrera de pistolero, fulgurante y sangrienta, había terminado.
Posiblemente no supo quién lo mató. Ni tuvo manera de saber que se convertiría en un forajido de leyenda. Ni que 132 años después alguien pagaría una fortuna por su única fotografía.
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