Esa mujer se parecía a un mundo
y en su labio habitaban fieras
ella cada día me miraba el ayer
y contaba las lagrimas de una en una.
Su sangre era un vino tinto
esa mujer era la noche que pasaba
y su lengua un lugar donde dormir
el fuego en su cuerpo era grande
tenia como fiebre en su piel
ella al darse dejaba un sueño sereno .
Desde luego ella nunca dijo adiós
cuando la tocaron al partir
dejo un rastro de sal
ella vivía en un sueño
donde construyo eterno
sus días de verano.
Cuando la conocí
me regalo una sombra
y en un día del ayer
su mano me empujo al vació
esa noche descanse en su dulzura
ella entro en el aire
y lo se nunca se fue.
y en su labio habitaban fieras
ella cada día me miraba el ayer
y contaba las lagrimas de una en una.
Su sangre era un vino tinto
esa mujer era la noche que pasaba
y su lengua un lugar donde dormir
el fuego en su cuerpo era grande
tenia como fiebre en su piel
ella al darse dejaba un sueño sereno .
Desde luego ella nunca dijo adiós
cuando la tocaron al partir
dejo un rastro de sal
ella vivía en un sueño
donde construyo eterno
sus días de verano.
Cuando la conocí
me regalo una sombra
y en un día del ayer
su mano me empujo al vació
esa noche descanse en su dulzura
ella entro en el aire
y lo se nunca se fue.
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