Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naufragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).Dulce María Loynaz

De un naufrago de vigilias 
entornando la puerta 
no se habla
de esa alma quieta
no se dice nada.

Del que navega
en la nieve
en el fin del exilio
en realidades del olvido
no se habla.

Entonces el bosque
¿que dolor guarda?
y la indiferente muerte
como llega a tocar
la libertad sin duda.

Sera que el rió
se alza
en la miseria inmóvil
de la niñees
de la madures
de la vejes
apenas se halla
abolido el dolor.

De un naufrago
en la niebla
unánime recodo
ruido triste
en nuestra celda
caricia en el lodo
del fin efímero
oh durable verdad
del desierto
de el no se dice nada.