Poeta Julio Medina Gimenes

Poeta Julio Medina Gimenes
s no es para quedarnos en casa que hacemos una casa no es para quedarnos en el amor que amamos y no morimos para morir tenemos sed y paciencias de animal.Juan Gelman

martes, 29 de mayo de 2012

Porque tú eres la espuma de ese río que nace en tus llanuras de verano y muere en mis crepúsculos de frío.Laura Victoria

Lo intencional
es efímero en la cama
te lo dije como un desatino
de la unió o un rose
del agua en la noche
de luna nueva.

Tu interior de humedad
es un intento del descenso
o del despertarme a tu lado
como en un ambiente
anterior a la desnudes.

Ahora en esta posición
te escribo en la mano
como una idea del tiempo
o una divinidad sobrenatural.

Hablo amor de ser un artista
de tu piel
y compensar la soledad
como una alternativa.

Te reitero este amor
como las alas de los ángeles
que tengo en frente
a la flexibilidad
de la luciérnaga
o la corriente del rió
y que te besa entre las piedras.

Fabian Casas en Pura Quimica (24-04-2012)

sábado, 26 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?.Jacinto Benavente

Al puro cuerpo
o desventura de la piel
lo llamee pasión
al hielo ligero ser
a tus ganas desventura
y a la cama nuestra casa.

Y ahora deseas comer
de mi en la soledad
de la noche
y te darás de servir
lleno el plato a ciegas.

Toda cita es un prueba
de la sangre
y de la sed
hablo de mi en ti
fundidos en las venas.

Al puro cuerpo
o desventura de la piel
lo llamee pasión
al hielo ligero ser
a tus ganas desventura
y a la cama nuestra casa.

Y si deseas morder
la carne cruda
el pecho toda
y nadie te detiene
y te enredas en lo dulce
y eres un retiro
que gime por nacer.

Al puro tacto de las sabanas
finalmente esta muerte
tiene armonía
y estabas así en la luz
desnuda para mi
como es dejarse ser
sabiéndote prometida.

Cruel LOS PIOJOS

El farolito (la rubia tarada) - Los piojos

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan para que no las puedas convertir en cristal.Silvio Rodríguez


Donde esta el beso de tu casa
¿donde esta dímelo?
donde el vasto país
donde el fruto maduro
y la armadura del sur.

Donde me amas
y me guardas besos
en el cristal
besos robados por el aire
que me empujan al vació
de este tu furioso amor.

Y que armas vibran
al despertar
donde estas tu
dime querida
¿donde estas?.

Entonces no es este país
lleno de gritos tu alma
ni esta represión que nos mata
parte de un plan oculto
oscuro y siniestro.

Acordate amor
del vino añejo
de la entrega que quisieras
de la luna en tu lunar
de su luz resplandeciente.

¿Y quien eres?
me pregunto en este vació
inagotable en la pasión
de cartas lejanas
de besos al aire
de vientre húmedo
quien eres me digo
inflexible en la carne
he implacable en este corazón.
 

Los Redondos - Esa Estrella era mi Lujo

domingo, 20 de mayo de 2012

Que fue de tu vida - Felipe Pigna y Charly Garcia (enero 2012)

Adentro, más adentro, hasta encontrar en mí todas las cosas. Afuera, más afuera, hasta llegar a ti en todas las cosas.Gerardo Diego

Este muro 
y este fuego
del delirio
donde voy en ti
se siente de deseo 
y arde dentro.

Y soy fuego
rostro del amor
luz del mundo
en este ultimo aliento.

Esta huella del recuerdo
y este castigo fiero
de recordarte tan bella
mirada enamorada.

Este muro
y este fuego
del delirio
donde voy en ti
se siente de deseo
y arde dentro.

Amor ya eres libre
en tu paz
y en tu olvido
de otoños amor
que guardas en la noche.

Lo se quise que dure
como un niño quise
que dure la alegría
tras el peligro
y los teléfonos callados.

Y si te invento
en el cristal
signo que se traza
en el silencio
amor que naces del ayer
y que siempre querida
en tu rostro es encuentro.

Alejandro Dolina: Entrevista

viernes, 18 de mayo de 2012

Apenas tendría veintidós años. Y sin embargo estoy seguro, que, hace casi esos años, este mismo cuerpo lo gocé.Constantino Cavafis

Llegas a mi como una flor 
de tierras profundas
como un rostro que se toca
llegas así tan sencilla
y tan hermosa de tiempos.

Y si grito tu nombre
y entierro el alma
en la casa de tu vientre
tierra prometida
en tu presencia.

Cada latido
es en si un pausa
de la eternidad
un capricho del pecho
una fuente del llanto.

De a poco lo se amor
tu siembras flores en la espera
y eres una fuga del viento
un alma de su melodía
un concierto de deseos
que se precipita en la pausa
del tenernos.

Llegas amor a mi
y te veo disoluta
en la constelación
y tocas mi espalda
y eres otra nueva
nunca definida
y siempre esperada.

lunes, 14 de mayo de 2012

Era ella. Y nadie lo sabía. Pero cuando pasaba los árboles se arrodillaban.Gerardo Diego

Te llamo amor
/y lo demás sobra
en el pecho
en la voz /
y en la que canta
la pena.

Te digo quédate
en lo distinto
en lo que nace
en la boca
que se regala
y es un sentirte nueva.

Comprendes que distancia
te marca el rió
y la mano
que acaricia tu mirada.

Di si tu voz va
de punta a punta
en la blancura
de las sabanas.

Comprendes la escasees
de horas
de sueños
y de promesas
donde el sol
se posa en las tardes
de crepúsculos amor
tan llena de silencios
y tan llena de palabras.

No olvides - Juan Carlos Baglietto

sábado, 12 de mayo de 2012

Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes...Mario Benedetti

De ti nacen brisas
y una vida
que desborda belleza
y eres una fuente que habla
de la imparable quietud
dorada entreabierta.

Inmensa amor
vas en las sombras
y eres amante plena
de tus labios van las nubes
y su fresca lluvia
clara despierta.

Retenerte en la casa
no sera de ti
una veritud
y rescatarte tras las pausas
sera viajar a la furtiva
curva de tus pechos.

Amor eres todo dolor
ciudad pacifica
donde se asoma el fruto
de la pasión
y la vida de corazones
que dejas nacer
entre los sueños
cada día del sol.

Matilde Urrutia, la cantante que enamoró a Neruda A cien años de su nacimiento, la Fundación Neruda lanzó un libro con los hitos de la vida de Matilde Urrutia, su última musa. Venerada por algunos y odiada por otros fue su albacea, una amante celosa y opositora a la dictadura.

CONTRA PINOCHET. Matilde Urrutia en una manifestación contra la dictadura, Santiago, 1983. (Foto: Marcelo Montecinos)


 Esa franja de hojas amarillas que es el Parque Forestal en el centro de Santiago, es el paisaje perfecto para que las parejas puedan pasear y conocerse. En este lugar, en 1946 Matilde Urrutia le preguntó a una amiga quién era ese hombre de gestos parsimoniosos que escuchaba un concierto al aire libre. Neruda ya era muy conocido en Chile, por eso la pregunta desató estallidos de risa entre los presentes, pero ahí fue donde todo comenzó. Pero lo que pudo haber sido sólo un romance, se transformó en algo más.
Neruda ya tenía un matrimonio consolidado con Delia del Carril, la pintora que siempre lo acompañó fuera del país. De todos modos fijó su mirada en la mujer de pelo rojo y la invitó a tomar el té a su casa al día siguiente. En ese tiempo, era senador de Chile y militante del Partido Comunista. Más adelante, cuando el poeta fue nombrado jefe de campaña de Gabriel González Videla (presidente de Chile entre 1946 y 1952), se encontraron otra vez: mientras Matilde grababa el himno de las Fuerzas de Izquierda, sus amigos cercanos apostaban a que era sólo un romance fugaz. En 1949, en México se vieron por tercera vez, y no fue el destino el encargado del cruce sino ella que leyó en el diario de la llegada de Neruda al país y fue a visitarlo. Los lazos se habían estrechado y fue un reencuentro amoroso.
Poco tiempo después, Matilde Urrutia empezó a cuidarlo como su enfermera por la tromboflebitis que afectaba al poeta y, en simultáneo, iniciaron una relación a escondidas. Darío Oses comenta en el libro Fue tan bello vivir cuando vivías –que acaba de editar para el centenario del nacimiento de Urrutia– cómo fue que en medio de esta doble vida, Neruda le hizo un guiño, un detalle críptico que deslizó que ella era su amante. El segundo nombre de Matilde era Rosario: “Paz para mi mano derecha/ que sólo quiere escribir Rosario”, dice en su Canto General.
Antes que del Carril y Neruda se fueran de viaje por Europa, Matilde le confesó que estaba embarazada, perdió a ese hijo y luego perdería otros niños. Llegaron las mentiras, los encuentros, las andanzas por Berlín en la RDA, Bucarest, París, Capri y Nyon, una ciudad pequeña a orillas del Lago Neman en Suiza: el refugio perfecto para los amantes.
La construcción de la casa de ambos es un nuevo comienzo en la historia. Urrutia vivía en un pequeño departamento en la comuna de Providencia, así que cuando apenas había living y un dormitorio terminado, se mudó al hogar a los pies del cerro San Cristóbal llamada La Chascona, modismo chileno para describir a una persona despeinada, en este caso en alusión a la abundante cabellera de Matilde. Allí, ella se dedica a la jardinería. Acepta ser relegada.
El amor sigue y recién en 1955 Delia del Carril se da cuenta de todo. Herida se va a Buenos Aires y luego a París. La relación entre “La patoja” y el poeta se hacía sólida.

El centenario
El último 3 de mayo Matilde Urrutia –que falleció en 1985– hubiera cumplido cien años. Desde el jueves 3 y durante una semana completa, la Fundación que resguarda el legado del Premio Nobel realizó varios eventos a propósito del centenario. Uno de ellos, el lanzamiento de Fue tan bello vivir cuando vivías, el libro de Osses que narra episodios de Urrutia como albacea de la obra de Neruda, sus memorias como detractora de la dictadura de Pinochet e intenta dejar a un lado las críticas que la describen como una mujer arribista y frívola.
El texto también describe a una Matilde en su faceta política casi oculta –que la mayoría de sus detractores no reconocen cuando le critican no haber cuestionado las circunstancias de la muerte de Neruda– cuando tuvo que rearmarse, hacerse de una coraza a la altura de las circunstancias para no fiarse del funeral para Neruda que Pinochet ofreció, para reconstruir La Chascona que fue saqueada y destrozada tras el golpe militar. “Matilde era una mujer de carácter tan fuerte que podía llegar a ser temible.  Sin esa firmeza no hubiera luchado por darle más disciplina de trabajo a su marido, por administrar su legado material, literario y moral, y defender los Derechos Humanos. Ese carácter fuerte generó antipatías. Pero hubo también mucha gente capaz de valorar lo que hizo, entre ellos grandes personajes como Gabriel García Márquez, José Donoso, Carmen Balcells, Miguel Otero Silva, Jorge Amado y Julio Cortázar”, cuenta Darío Osses.
El libro también se remonta a sus incursiones en el canto, una afición que partió en su colegio en la ciudad de Chillán, al sur de Chile. Allí tuvo varios empleos modestos, en una cooperativa, en un correo y en el Seguro Obrero. En Santiago se perfeccionó con clases de canto particulares, estudió el Conservatorio y gracias a eso logró pequeñas actuaciones en coros que se hacían en el Teatro Municipal. Para algunos era soñadora y para otros una mujer con ínfulas de diva, a la que le avergonzaba reconocer que había participado en una película peruana llamada Lunareja.
Las comparaciones también fueron inevitables. Ella no era Delia del Carril, la intelectual que verdaderamente formó a Neruda. Para unos, Urrutia no era más que una oportunista que siempre soñó con la fama. Hay un recuerdo de una testigo en la época de la escuela normalista que alude a Urrutia joven, estirando los labios frente a un espejo de mano, para cerrarlo de golpe y repetirse: “Esto no es para mí”.
Carlos Mellado, poeta chileno, revive un poco esa rivalidad histórica. “La hormiguita (como llamaban a Delia) era muy respetada y estaba muy vinculada con los intelectuales de la época, Matilde era provinciana no por desmerecerla, pero si por nombrar el hecho (...) Si bien no tenía experiencia literaria, aprendió mucho al lado de Neruda y tras la muerte del poeta tengo recuerdos de haberla visto trabajando mucho en su obra, buscando escritos y fotos inéditas”, explica.
La aprendiz
Juntos fueron algo más que la pareja apasionada que en medio de invitados cumplía con el rito de besarse con el atardecer de postal. Empezó a forjarse su mito de musa, ya lo había sido de manera furtiva con Los versos del capitán. De Neruda aprendió todo lo que pudo, rozó la política, la literatura, se hizo una mujer con garbo, buena cocinera y se vestía siempre impecable. Logró domar su melena, se calzó los guantes blancos cada que la ocasión lo ameritaba. Pero por sobre todas las cosas pulió su labor de guardiana, esa que la caracterizó hasta los últimos días de Neruda.
El escritor chileno Poli Délano describe esta faceta de Urrutia, él que conoció a ambas mujeres. “La separación de Neruda con “la hormiguita” divide al mundo del poeta en dos bandos: unos por Delia y otro por Matilde.  (…) En Isla Negra ella hacía como de rectora, a Pablo, que le gustaba tener a sus amigos cerca, que se quedaran a comer y a dormir, le cortó la rienda un poco y alejó a algunas de sus amistades, en ese sentido fue muy aprehensiva”, recuerda.
Se casaron en Isla Negra el 28 de octubre de 1966. Asistieron los amigos íntimos Blanca Hauser y Antonio Carvajal, quienes habían hecho de celestinos veinte años atrás. En 1971 se fueron a París, donde el poeta asumió el cargo de embajador de Chile designado por el presidente Salvador Allende. Ese mismo año recibió la noticia del Nobel. A finales del siguiente año, el poeta enfermó y regresaron a Santiago. La situación política se agravaba y finalmente el golpe militar destruyó la apacible vida de Neruda: el partido, los amigos, la pena. “Esto era el fin. Todo este júbilo del pueblo, esta esperanza de una vida con igualdad, con justicia, se va desvaneciendo; esta gran esperanza de Pablo, por la que trabajó toda su vida, se ha venido abajo bruscamente”, dice Matilde en sus memorias.
Doce días después murió. Urrutia tuvo algunas sospechas de la clínica, abrazó su cadáver, cuidándolo siempre, como cuando estaba vivo y hasta le ató los cordones de los zapatos.
Pese a las críticas, se reconoce su meritorio trabajo, que no está exento de polémica nuevamente: dicen que acercó a Miguel Otero y alejó a Homero Arce –fue el gran amigo de Neruda– de las memorias: no hay menciones para él.
Ella era la representante del poeta y la gente desparecía en Chile. Comenzó a preguntase: “¿Qué haría Pablo en mi lugar?”. A fines de mayo de 1978, Matilde junto a Margarita Aguirre y Ana González irrumpieron en la Embajada de los Estados Unidos para iniciar un ayuno en solidaridad con los familiares de los detenidos y llamar la atención del mundo sobre la represión vivida en el país. Fueron bien recibidas por encargo del embajador Walter Landau. Otras veces salió a las calles a protestar, ya no era la misma de antes. Algo había cambiado.



Camino al 12M

miércoles, 9 de mayo de 2012

El más difícil no es el primer beso sino el último.Paul Géraldy


Que beso amor
es necesario 
y que materia 
cubre tu boca del nunca
y mirándote a los ojos
pienso en ese destino.


Los días van 
así como va la primavera
y este cuerpo
sin dueño.


A veces pareces 
de alas altas
de alas frías
que existen
y te dejas mirar
en un instante.


Espero saber despertar
del instinto al día
que me mata
a la espalda dulce
y a esa mirada
de labios que se tocan
en un tiempo ultimo
y en una espera sin fin.

El cuerpo de la militancia “Darío Santillán. El militante que puso el cuerpo”, de Ariel Hendler, Mariano Pacheco y Juan Rey es una biografía del militante asesinado brutalmente por la policía bonaerense hace 10 años en la Masacre de Avellaneda. "Era realmente una decisión de vida a fondo la de comprometerse con sus pares", dijo Pacheco.

Darío Santillán fue asesinado junto a Maximiliano Kosteki en lo que se conoció como la Masacre de Avellaneda el 26 de junio de 2002 por agentes de la policía bonaerense. Con testimonios de familiares y amigos, Darío Santillán. El militante que puso el cuerpo (Planeta), de Ariel Hendler, Juan Rey y Mariano Pacheco -este último amigo de Santillán-, reconstruye los pasos de este militante del Movimiento de Trabajadores Desocupados que luchó hasta el final contra las injusticias sociales.

-Mariano, ¿qué relación tenías con Darío Santillán en esa militancia compartida? 
-Mariano Pacheco: Con Darío Santillán compartí un tiempo de militancia muy intenso. Lo conocí en lo que fue su primera actividad política, en marzo del ’98, en una agrupación de estudiantes secundarios de la zona de Quilmes y de Solano, donde él estudiaba. Y desde ahí hasta el 2000, que se conformó el Movimiento de Trabajadores Desocupados en su propio barrio Don Orione, en Claypole, compartimos una experiencia de militancia en los colegios secundarios, y también amistades, salidas. Y a partir del 2000, toda la experiencia de los Movimientos de Desocupados, primero en Claypole, en su barrio, y después él se fue a Lanús, pero seguimos formando parte de la coordinadora Aníbal Verón, en la cual confluían distintos movimientos de zona sur. Y actualmente soy militante del Frente Popular Darío Santillán, que se conformó en 2004.



-A nivel personal, ¿qué significó para vos escribir este libro?
-M.P.: A nivel personal, la elaboración de este libro implicó fundamentalmente dos cosas: por un lado, terminar de cerrar un proceso de duelo de una década. Digo terminar de cerrar porque anteriormente en 2010 publiqué una historia de los Movimientos de Trabajadores Desocupados, llamado De Cutral Có a Puente Pueyrredón, elaborado durante varios años, en donde también fui trabajando emotivamente todo el proceso de dolor que implicó la muerte de un amigo y un compañero. Y con este libro siento que pude “procesar” lo que había pasado hace diez años. Por otro lado, a diez años del asesinato de Darío Santillán y de Mariano Kosteki, este libro es un aporte más, teniendo en cuenta la importancia que lo impreso tiene en la cultura en general, y creo que es una forma de homenaje también a la memoria de Darío.

-¿Qué es lo que más recordás de él?
-M.P.: A mí lo que más me marca y siempre recuerdo de él es su persistencia, aún en situaciones desfavorables, como fueron los años ’90 en términos económicos, es cómo ponerle el cuerpo a la situación, por eso el título del libro. Es una actitud de compromiso general con los proyectos que emprendía, y un compromiso que está marcado por al autenticidad. No era un pibe que hacía las cosas porque sí o porque en ese momento le gustaba una cosa, y después otra, sino que era realmente una decisión de vida a fondo la de comprometerse con sus pares y generar un proyecto político que pudiera cambiar la situación política de la Argentina.



-¿Cómo viviste el 26 de junio de 2002?
-M.P.: Yo fui parte de la experiencia del 26 de junio como parte del MTD de Almirante Brown. Ese día ya se veía el clima enrarecido por las declaraciones del gobierno de los días previos. Además, la noche anterior habían reprimido un intento de corte de ruta en el norte del país, y todos sabíamos que íbamos a una jornada de lucha que no era una jornada más, sino que había mucho más riesgo. Y bueno, tal como suponíamos, se desató la represión pero de una manera que no habíamos previsto, porque no suponíamos que iba a ser tan salvaje, al punto no sólo de asesinar a dos chicos jóvenes, sino de herir con balas de plomo a más de 30 manifestantes. Fue una sensación de mucha adrenalina, miedo, confusión, por todo lo que implicó la represión. Había una decisión política de los movimientos de tratar de aguantar la represión lo más que se pueda con el fin de conservar el repliegue de las familias movilizadas. Yo tenía 20 años y los más jóvenes éramos los que estábamos en la primera línea de enfrentamiento con al represión. Por eso lo vivimos, de alguna manera, de una forma más directa. 

-¿Cómo surgió la idea de encarar un libro haciendo foco en su historia de vida?
-Juan Rey: La motivación viene desde ese 26 de junio de 2002, cuando lo mataron a Darío. Este gesto de solidaridad que tuvo él al momento de su muerte me conmovió mucho porque me pareció que tenía una carga humana como pocas veces vi en una persona, además de la brutalidad en la que lo asesinan. En un momento tuve la necesidad de contar esta historia, así que nos juntamos los tres y decidimos hacerlo de manera colectiva. 
-Ariel Hendler: A diez años del asesinato, entendimos que era un momento ideal para recordar y rendirle homenaje a una militancia juvenil que realmente le puso el cuerpo a las balas en los peores momentos, que fue la gran protagonista en los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 que terminó con el gobierno de De la Rúa y que a un costo muy alto de dos vidas tuvo un gran protagonismo en el fin del gobierno de Duhalde. Es una militancia a la que debemos gran parte de la democracia que podemos disfrutar hoy en 2012 y creemos que Darío no tiene el reconocimiento que debería tener por la forma en la que colaboró a esta situación. Darío es un ejemplo de entrega militante como los hubo realmente muy pocos desde el 83’ para acá, es el emergente de toda una camada de militantes. 

-J.R: Su gesto final tiene mucho que ver con lo que fue Darío en vida, con un compromiso con la vida. Era una persona que ya desde chico mostraba una vocación solidaria muy marcada, un pibe muy querido, muy apasionado en cada cosa que hacía. 
-A.H.: Un poco la razón de ser del libro es que, tanto de Darío Santillán como de Maximiliano Kosteki, sólo se conoce la muerte. Y lo que no se conoce es su vida, quiénes fueron. Darío era un militante 100%, full time que militó desde la secundaria. El caso de Kosteki es distinto: era un muchacho con inquietudes más variadas, estéticas, artísticas, no era un militante full time. Darío sí, y además era un referente muy importante del movimiento piquetero en el conurbano. Y esto es lo que faltaba saberse y es el vacío que queremos cubrir con este libro.

-¿Creen que hay un punto de inflexión en la forma de ejercer la militancia desde el 26 de junio de 2002 hasta acá?
-A.H.: Sí, yo hablaría de dos puntos de inflexión: uno previo, a fines de lo ‘90, principios del 2000, donde surge una nueva forma de militancia que tiene que ver con la metodología de los piquetes, cortes de rutas, avenidas importantes en el conurbano. Es una militancia que puso en jaque al modelo neoliberal, en su continuidad delarruista. Esa militancia fue la que terminó expulsando al gobierno de De la Rúa y en parte al de Duhalde también. Después, en 2002, con la masacre se produjo un nuevo punto de inflexión que tuvo que ver con el repliegue forzado de toda esa militancia cuando quedó bien claro que la intención del gobierno era aniquilar a esa militancia. Ese punto de inflexión fue derivando al momento en que vivimos ahora.  



-¿Hay algún avance en términos legales en la causa de Darío Santillán?
-J.R.: Los asesinos materiales están presos gracias a la lucha del Frente Darío Santillán y otras organizaciones de Derechos Humanos que acompañaron el reclamo de justicia, pero los instigadores, los responsables políticos, están libres. Se candidatean y gozan de privilegios políticos. Y eso es lo que se sigue exigiendo: juicio y castigo a los responsables políticos desde Duhalde para abajo. Después, la promesa de Kirchner era investigar a fondo las responsabilidades políticas y no lo hizo. El padre de Darío, Alberto, en el documental “La crisis causó dos nuevas muertes”, dice textualmente: “Kirchner mintió sobre la vida de mi hijo y eso no se lo voy a perdonar nunca”. 

-¿Qué piensan de las políticas del Gobierno actual en torno a estas circunstancias, como el caso de Mariano Ferreyra o las represiones en distintas provincias del país?
-M.P.: Evidentemente hay una decisión política del gobierno desde 2003 en adelante que tenía que ver con no reprimir de manera directa la protesta social, pero también una serie de alianzas que hacían que ese mismo gobierno pudiera sostenerse en el poder, que no le permitían garantizar que esa política de Estado pueda ser llevada adelante. Entonces, tanto como cuando hay represiones en provincias –como hace poco fue en Santiago del Estero, o en Neuquén, que muchas veces no es de manera directa, como el caso de Neuquén, pero muchas veces sí, son gobernadores que forman parte de la estructura política que sostiene este proyecto de gobierno y hace que las medidas que antes quizás se tomaran de manera directa, hoy se tomen de manera encubierta, pero se siguen tomando. Es enfrentar la protesta social con represión. Y en el caso de Mariano Ferreyra, fue aún más triste porque quienes lo enfrentaron no fueron siquiera las fuerzas represivas del Estado, sino sectores sindicales que hoy son más empresarios que sindicatos y ven en la gente como Darío Santillán o Mariano Ferreyra, gente joven que promueve ideales libertarios, de mayor participación política, de involucrarse con los problemas comunes, ponen en riesgo su lugar de privilegio, y entonces eso es atacado de manera directa. 



-¿Cuáles son sus opiniones sobre este protagonismo que se le da a la militancia de los jóvenes hoy? 
-M.P.: Creo que es una especie de mito político que moviliza hoy a cientos de miles de jóvenes tras las banderas del proyecto del gobierno. Pero bueno, uno no lo puede juzgar moralmente, porque todo el que hace política apuesta, y ellos hacen su apuesta. Pero hablo de mito porque, en realidad, si uno ve el proceso político de resistencia al neoliberalismo, mayormente estuvo protagonizado por los jóvenes. Desde mediados de los ’90, en el movimiento piquetero, quienes más imprimían dinamismo eran jóvenes, los H.I.J.O.S. que hicieron tanto por la lucha de los Derechos Humanos, surgieron a mediados de los ’90, el 19 y 20 de diciembre de 2001 los motoqueros y la gente que enfrentó al represión en Plaza de Mayo en general eran jóvenes, entonces es una especie de mito plantear que ahora la juventud se ha politizado. Esto viene desde hace décadas y siempre la juventud ha tenido, aún en los peores momentos, un nivel de protagonismo. Pasa que ahora aparece en primera plana porque también hay recursos económicos, políticos y simbólicos que hacen que eso aparezca en primera plana. En principio, no puedo hacer un juicio moral sobre aquellos que hoy deciden ponerle el cuerpo a la militancia siendo funcionarios, pero lo que sí puedo decir es que está muy lejos de la experiencia que vivió Darío y hoy continúan sus compañeras y compañeros que no es una militancia ni virtual ni por celular ni por Internet, ni tampoco en los despachos oficiales, es una militancia en los barrios en los colegios, las universidades y los colegios, junto con sus pares. 

Lo Pasado Pensado - Firmenich Cap. 1 (Parte 1 de 2) Felipe Pigna

Una madre como voz.




Montoneros :"libres o muertos pero jamas esclavos"

viernes, 4 de mayo de 2012

En mis labios te sé, te reconozco, y giras y eres y miras incansable y toda tú me suenas dentro del corazón como mi sangre.Jaime Sabines

Hablo de la luz
y de estar solos
en la desnudes 
de una cama
de una casa 
y de un paraíso.

Que hermoso
es el borde
de tus labios
en el que vivo
y quien pone limites
a tus gestos de amor.

Y esta pena
deja su impronta
en tu labios
que es mio
que es tuyo
y nos pide un esfuerzo
al llegar a la luz.

Mas alla
estoy disolviendo
la ropa
el puerto de tu vientre
la mujer en que naces
en la quietud de un amor
que se hunda
como tu en mi
en la soledad.

The Beatles Tell Me Why [HD Subtitulado]

Ticket To Ride - The Beatles (subtitulado)