Cíñete a mí, noche del seno desnudo; cíñete a mí, noche ardiente y nutricia! Noche de vientos del Sur, noche de grandes y pocos luceros, tú, que en la paz cabeceas, loca, desnuda noche de estío.Walt Withman

Por aquí se riegan los cuerpos
y se hecha de menos la boca
y la pasión que nace
de la hierba
al fin.

Nadie ignora la casa
la sed de cariño
y mar tan azul
Atlántico
y natal infinitud.

Sabes que este viaje
de la boca al labio
del espectro
a la sombra
y del rosado al rojo
es permanente.

Ya mismo en este minuto
nadie puede escapar
de las fuerzas
y de los sondeos
del ¿como?
y del querer
impedir la cama.

El limite amor
es dejarse
es la lampara que te ilumina
es la veda de caza
y el momento de la quema
en donde entra la luz
por la ventana
y tu mágicamente
sin decir nada
sonríes
y te despiertas.