se escapa
como del cuerpo
como de las uñas
nacen largo los dedos
que sientes al tocar el cielo.
Al viento
buena suerte
calle
o mundo
lleno de almohadas
y tópicos
que me obligan
a dormir.
Al reino una casa
una orilla
donde hablo
y un fuego
si no un paso
menos digo una oficina
así desnuda.
Y cama pierde el alma
en los campanarios
llena de palomas va
a enterrarse si puede.
Hablo de lo que te diría
sentada en mi sueño
con las banderas atadas
a la pierna
a la rodilla
al vientre
al cuello
y coplas del ayer.
De la noche
no recuerdo
tu pecho
y lo que paso
solo en tu blusa
melancólica azul.
Ahora me voy
en la cal
en la tormenta
mirando tu patria
de arboles.
Sálvense
en la ciudad del amor
y de dormir solos
en la desesperación
del movimiento
de los balcones
y ese gato donde va
y ese cuerpo muerto.
Y todo es pecado
y me gusta todo
y ese olor a comida
esos mates por la tarde
y este mundo en tus pestañas
y no veo mas que una arruga
pero te peinas
para dejarte morder
ahora deseo una mejilla
y dejarte sola dormida
de caricias
que forman una gota
en tu ventana
y nada mas
que partir me queda.
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