Poeta Julio Medina Gimenes

Poeta Julio Medina Gimenes
s no es para quedarnos en casa que hacemos una casa no es para quedarnos en el amor que amamos y no morimos para morir tenemos sed y paciencias de animal.Juan Gelman

martes, 14 de junio de 2011

LIBROS Kodama: «Algunos quieren ser Borges y me odian porque les digo que no lo son» Hoy se cumple el 25 aniversario de la muerte del autor de «Ficciones». Su viuda, María Kodama, habla sobre el legado, los mitos y las polémicas borgianas


Cada vez que Jorge Luis Borges entraba en la vieja Biblioteca Nacional, la gente guardaba un breve silencio. «Quizá como una señal de respeto, o quizá como una comprensiva indecisión ante un hombre que no es del todo ciego», señaló Ronald Christ en la entrevista que le hizo en la revista literaria «The Paris Review» en 1966. Lo cierto es que tras la muerte del escritor, en 1986, nadie quiso guardar silencio. Ni siquiera su confidente Adolfo Bioy Casares, quien dejó un diario que disecciona, literalmente, su amistad con «Georgie» (desde entonces, la viuda de Borges define a Bioy como un «cobarde»).
Hoy, 14 de junio, se cumple el 25 aniversario del fallecimiento del ganador del Premio Cervantes (1979) y de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1983). Y para recordarlo, la Casa de América reunió en Madrid a María Kodama, presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, y a los escritores Ricardo Piglia y Marcos Ricardo Barnatán.
-ABC: Borges decía que para escribir un libro genial tienes que ignorar que eres un escritor genial...
-María Kodama (MK): Sí, y él nunca se consideró genial. Decía que la gente era muy generosa con él. Corregía constantemente su obra y eso demuestra que se sabía imperfecto.
-Marcos Barnatán (MB): Cuando recibía felicitaciones por algo solía decir «una vez más, nadie se ha dado cuenta de que soy un impostor».
-ABC: Odiaba que le preguntaran por los mensajes detrás de su obra. Pero, ¿cuál sería ese mensaje?
-Ricardo Piglia (RP): Yo creo que hay un mensaje ético, de estar atento al lenguaje, tan valioso en el momento de contar una historia.
-MK: Nunca quiso dar un mensaje único, no lo necesitaba. Era un creador misterioso y complejo.
-ABC: También decía que a un escritor no se lo debe juzgar por sus ideas. ¿Temía ser juzgado por lo que pensaba?
-RP: No, siempre dijo lo que pensaba. Yo creo que se refería a aquello de que los libros se escriben con palabras, no con ideas.
-MB: De hecho, desde joven tuvo una enorme valentía para expresar sus ideas. Cuando rompe con el ultraísmo lo reconoce públicamente. Durante la Segunda Guerra Mundial denuncia al nazismo en un momento en que la Argentina era gobernada por militares proalemanes y durante el peronismo se convirtió en la gran figura de la oposición.
-MK: Él decía que la literatura solo tiene que estar al servicio de la imaginación del artista. Era polémico y contestatario. Y tenía el valor de reconocer sus errores. Cuando estuvo en Europa durante la Primera Guerra Mundial, escribió poemas para la Revolución Rusa, algo de lo que se arrepintió al ver el auge del comunismo.
-ABC: ¿Fue una injusticia no darle el Premio Nobel?
-RP: Borges no era para el Nobel, como tampoco lo fueron Tolstói, Joyce, Proust o Kafka ni ninguno de los grandes escritores del siglo XX. Él hizo esos textos maravillosos y breves y siempre le daban los premios compartidos, como si su obra no valiera por sí sola. Primero compartió el International Publishers Prize con Beckett, y luego, el Cervantes con Gerardo Diego. Su poética cuestiona la unanimidad, divide al público entre admiradores y reticentes, y quizá por eso no podía ganar el Nobel.
-MK: Decía que prefería ser el «mito escandinavo», el hombre al que nunca se lo habían dado.
-ABC: Paul Auster llegó a decir que Borges fue un escritor «menor» por no escribir novelas...
-RP: Tenía una noción de la perfección de la prosa que hacía muy difícil que se extendiera más allá de las distancias que manejaba. Estaba más conectado con el presente y con la circulación actual de la literatura, más vinculada a las formas breves, que a la forma decimonónica de la novela.
-MK: Él buscaba la perfección, y la encontró en sus cuentos, a los que definía como una flecha... nada los detiene hasta que dan en el blanco.
-MB: Creo que su alergia a la novela se remonta a su juventud. Siempre detestó las grandes novelas rusas. Varias veces anunció que estaba escribiendo una novela, probablemente para acallar a los periodistas.
-ABC: -¿Es Roberto Bolaño su heredero natural?
-MK: No lo sé, no lo he leído.
-RP: Bolaño habla de literatura en sus textos, es un escritor literario, a diferencia de los escritores populistas que abundan en Latinoamericana. Sus novelas están llenas de críticos y poetas. Decir por este motivo que es un heredero de Borges es excesivo, pero sí tiene esa cualidad de hacer literatura con la literatura.
-ABC: Señora Kodama, entiendo que quiere publicar un libro contra aquellos que la han difamado...
-MK: Sí, es que cambié mucho. Conocí a Borges a los 16 años y sigo dando mi vida por él. No hay derecho que un puñado de estafadores den una imagen falsa de mí. Algunos quieren ser Borges y me odian porque les digo que no son Borges.

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