Ayer soñaba. Tú eras un árbol manso - isla morada, abanico de brisa - entre la siesta densa. Y yo me adormecía. Después yo era un arroyo Y arqueaba mi lomo de agua limpia, como un gato mimado, para rozarte al paso.Gerardo Dieg

Y este deseo 
de repentina sonrisa 
de donde nace amor
quizás nace del querer
quizás nace del amor.

Y este cuerpo
lleno de brisas
y este amanecer
de miradas furtivas
de quien son amor.

Ahora cuídame
de la que duerme
ahora acércate salvaje
entre los soldados
entre la represión
y dame tu boca
arma de batalla
dame tu cuerpo
de misterio a tu lado
dame todo lo que callas amor.

Y este deseo
de repentina sonrisa
de donde nace amor
quizás nace del querer
quizás nace del amor.

Ahora esta gran belleza
que busca sino luna
y un compromiso fiero
y esta cadena que posee
y esta sonrisa que atrapa
y la importancia de cada segundo
templo de tu vientre
y claro designio del sentirte mujer.