Poeta Julio Medina Gimenes

Poeta Julio Medina Gimenes
s no es para quedarnos en casa que hacemos una casa no es para quedarnos en el amor que amamos y no morimos para morir tenemos sed y paciencias de animal.Juan Gelman

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Divididos - Buscando un angel (Vivo - Audio & Agua)

El día ha amanecido. Anoche te he tenido en mis brazos.Vicente Aleixandre


Nos toco el mar
como un nacimiento
como es lo blanco de las olas
como un tarea fácil.

Una cama fue la arena
un hierba de oleajes
una caricia que existe en ti
amor que anocheces
en la fuerza.


De horizontes tocas el sol
y pones a la vida en tu mano
como un mar que se incrementa
en otros países de piedras.


Nos toco la espuma
amor mio así quiero
 tomarte como un suspiro
como se toma la vos de mi 
como una diminuta caricia
que llega de la arena.


Despídete de amor
alas gaviotas blancas
fidelidad que apenas muere
y como de miedos  lo que posee
de un modo te abrazo
y de un modo te mueves.

Fito & Fitipaldis - Corazón Oxidado

la casa por el tejado

martes, 29 de noviembre de 2011

Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.Hermann Hesse

Este amor llueve
como el dolor
y es una alfombra blanca
este es un amor de cama furtiva
va descalzo como la libertad.

Antes de irnos del amor
los arboles 
nos recuerdan el olvido
y la razón del retorno.

Y aunque indigente me largue
a buscar este amor 
por las calles de Buenos Aires
no volvería el a mi ni malevo
ni tanguero iluminado
de porteños faroles
ni desnudo cómplice de la luna
este amor prefiere sentir.

Amor que flotas 
sobre la hierba 
del alba oscuridad deseada
amor sin piedad.

Decime vos sobre la piedra
quien vierte el beso en la boca
y quien toca la mano en la acera
de desvelo tierra alta
laderas infinitas
blanco moho tras la sonrisa
mírame al corazón 
y aléjate al fin.

De las cenizas 
armas sufrientes
del pensamiento
acostate en mi pecho
y descansa el lucero
que nace en ti.

lunes, 28 de noviembre de 2011

DIALOGOS › TONI NEGRI, EL FILOSOFO DE LOS AUTONOMISTAS Y LA CRITICA A LAS DEMOCRACIAS REPRESENTATIVAS “La representación es la ausencia de la participación” En una nueva visita a la Argentina, el filósofo italiano relata su fascinación por los nuevos movimientos estudiantiles en Chile y de los indignados en Europa. Acaba de hacer una visita para dar charlas a los estudiantes chilenos.


¿Qué significa la emancipación hoy?
–Hay que situar la emancipación desde una perspectiva espacial que implica pensar “desde abajo” y desde una perspectiva temporal que pone en primer plano la tendencia que aspira a que todo aquello común, que hoy sólo compartimos a un nivel virtual y técnico, se convierta en algo actual y político. Y para esto hay que pensar, como experimento, las figuras actuales de la subjetividad. Con ellas debemos confrontar toda expectativa de emancipación.
–¿Cuáles son esas figuras?
–La primera es la del hombre endeudado, aquel trabajador precario que queda preso del crédito casi de por vida, reducido a una suerte de servidumbre por deudas. A esto corresponde la “renta” del capitalismo actual y la resistencia es decir “no pago”, como una forma multitudinaria del rechazo y, a la vez, de apropiación de la riqueza común. Luego, el hombre mediatizado, que reemplaza a la vieja noción de alienación para dar cuenta del sometimiento a los dispositivos de comunicación, que esconden la inteligencia humana, la verdad común de la comunicación, bajo formas nuevas de control. En tercer lugar, el hombre asegurado es aquel obsesionado por la seguridad de su propiedad, por el riesgo de su vida, por el miedo a la pobreza. Finalmente, el hombre representado, que podemos decir que es el núcleo del problema de la emancipación.
–¿Por qué? ¿Cuál es la crítica?
–Esto lo estamos trabajando con Michael (Hardt) ahora. Es una tipología que tiene como problema la cuestión de la nueva constitución a partir de entender cuáles son los deseos y las experiencias de estos sujetos. Desde un punto de vista negativo, tiene razón Schmitt cuando dice que la representación es la presencia de una ausencia. También la representación de Rousseau es siempre una ruptura, una fetichización de la presencia. Y esa presencia viene construida por elementos que no tienen nada que ver con la participación.
–¿En qué sentido?
–En tanto la representación es la ausencia de la participación y la presencia de una máquina de poder que se organiza de manera nueva frente a estas figuras de la deuda, el control del riesgo y los medios de comunicación. En este sentido, no es la vieja crítica a la representación por la burocratización de sus procedimientos administrativos. Hoy no existen esos procedimientos como instancias separadas porque, entre otras razones, los lobbies ya no son algo externo sino que están completamente absorbidos en el gobierno.
–¿Está pensando en alguna situación particular?
–En Obama, que como candidato presidencial propone reformas, gana con ese discurso y para llevarlas adelante ¡invita a los poderes de lobby que están contra esas reformas! Es una locura. Esto se da en un momento en que los gobiernos en general tienen menos condicionantes parlamentarios para tomar decisiones. El gobierno de Estados Unidos puede intervenir sobre la magistratura sin ningún sistema de control ni de check and balance. Esta concentración de poder, sin embargo, no logra salir de los problemas de una representación forjada en el siglo XVII, que vuelve a las constituciones actuales constituciones de derecha. Con esto me refiero a que la democracia representativa determina unos límites a la participación que son insuperables y vuelve impotente incluso a la concentración de poder.
–En buena medida, contra estos límites se alza también el movimiento de ocupación de plazas de Tahrir a Madrid, mediáticamente bautizado como indignados.
–Me ha fascinado el discurso de los indignados sobre el miedo. Ellos dicen No tenemos miedo. Es una cosa formidable si pensamos que toda la filosofía política occidental está fundada sobre el concepto de miedo, lo cual organiza el ejercicio de la violencia del ejército y la policía como efecto de nuestro miedo, por el cual les cedemos el poder.
–Además, hay formas nuevas del debate asambleario en las calles...
–Esos jóvenes no hablan más que cinco minutos, van a lo esencial, aprendieron del Twitter (risas). Hacen también una crítica al concepto de mayoría, a la obediencia sin más del 51 por ciento. Por último, despliegan toda una crítica muy interesante a la idea de la decisión rápida, mostrando cómo siempre la decisión es un proceso de construcción lenta, conjunta, que se consolida en ese tiempo compartido, lo cual anula de hecho todo el privilegio dado al discurso de los expertos. Y esto que señalo lo aprendés escuchando y hablando con la gente en la calle, no con un coloquio de filósofos.
–¿Cómo comprender la situación italiana después de la renuncia de Berlusconi? ¿Qué cambia?
–La situación italiana tras la caída de Berlusconi es exactamente como antes, menos el “bunga bunga”. El gobierno de Monti es un gobierno “técnico” que intentará realizar el diktat europeo neoliberal que Berlusconi no lograba actuar y conseguirá hacerlo con el apoyo de la izquierda. El chantaje del default funciona de manera notable, sobre todo porque falta cualquier idea alternativa y falta un mínimo de voluntad política alternativa al esquema neoliberal.
–Esas referencias al mercado son conocidas en Argentina...
–Es realmente grotesca la situación en la cual nos encontramos nosotros: estamos bajo el ataque de los “mercados” y nadie intenta entender qué cosa son estos mercados y en nombre de qué cosa se están moviendo; quiero decir: la defensa del dólar y, en consecuencia, el ataque a la Europa política. Al mismo tiempo, se hace todo aquello que es necesario hacer para obedecer a los diktat de los mismos mercados. Nadie osa decir que los mercados son internos a la lógica del poder político actual, sea Berlusconi o sea Monti y del cual la izquierda forma parte.
–Ante este panorama, ¿qué espera de los movimientos sociales europeos?
–La primera cosa que espero, porque en realidad ya lo han demostrado ampliamente durante los últimos meses, es la permanencia de una resistencia a este desastre. Por resistencia entiendo dos cosas: en primer lugar, rechazar punto por punto las iniciativas que se vienen tomando, sobre todo contra los salarios y el Welfare (Bienestar); en segundo lugar, la capacidad de imaginar un programa e instituciones del común para echar a las actuales elites económicas y políticas. La situación es dramática, pero como siempre frente a estas políticas capitalistas de shock, se abren y se extienden frentes de resistencia.
–¿En ese punto es también un momento de innovación política?
–Son ocasiones relevantes para construir nuevas culturas políticas. Todo esto no es imaginable sin conectar las prácticas del común y una revitalización del proyecto de construcción política de Europa. Una Europa de las multitudes y no de los mercados.
–Hablando de América latina, usted señaló que ya no se puede pensar a los movimientos sociales como doble poder y que, más bien, puede apostarse a una relación dinámica entre movimientos y Estado. Sin embargo, hoy subraya también el riesgo de disolución de los movimientos en el Estado. ¿Cómo lo sintetizaría?
–El doble poder busca enfrentarse con el Estado. Hoy la cuestión no pasa por allí, sino por la construcción de un común más allá del Estado. Pero este más allá no puede pensarse desde la homogeneidad, por las diferencias de espacialidad y temporalidad que existen. En este sentido, los procesos de singularización son los que devienen centrales para pensar lo común. Y, en este punto, se trata de una totalidad muy difícil de conquistar. Entonces, hay que ser muy prudentes. Pero hay que imaginar nuevas formas de gobierno y para eso el primer problema es eliminar la propiedad privada. No se trata de regularla o conducirla a fines sociales. Sólo la eliminación real, no formal, de la propiedad privada puede dar hoy el reconocimiento verdadero de que la organización del trabajo, la organización de las formas de vida y de las organizaciones sociales ya no pueden ser bloqueadas por el capital privado en tanto son expresión de la potencia común, laboral, cultural, social.
–¿Es una inadecuación de las fuerzas productivas de lo social respecto a los límites de las relaciones que las constriñen?
–De algún modo es la clásica cuestión de las relaciones de producción que bloquean las fuerzas productivas. El dilema es cómo lograr abrir este común a nuevas formas de constitución, lo que significa transformar radicalmente la escritura constitucional, es decir abrir un espacio al poder constituyente, a partir de tomar en serio las formas en las que vivimos.
–Tras varias visitas a Argentina desde el 2003 a hoy, ¿qué cambios advierte en el lenguaje político?
–En Argentina en particular el discurso político parece referir ahora, y con insistencia, sobre todo a la salida de dos crisis: 2001 y 2008. En este punto, algunos analistas empiezan a hablar de América latina, en particular de Argentina, Brasil y Bolivia, en términos de una estasis, de un momento de pausa. Eso se traduce en que en la política de estos países se hace más fuerte la referencia al pasado, a lo que se ha logrado y superado, y tiene menos presencia un discurso de futuro. En relación a Europa y a su crisis, llama la atención cómo funciona aquí la idea de patria, ya que allá no podría convocarse y acá, en cambio, parece una cosa viva.
–Esto, puede decirse, plantea un horizonte progresivo en relación a la historia reciente del país y de la región pero tiene el riesgo de ser conservador cuando no da lugar a otro horizonte...
–Hay que ver hasta qué punto el discurso del estado nación no entra en contradicción con la apuesta a una región latinoamericana si es que esta no se la piensa desde un imperialismo interno. Una relación plural a nivel mundial debe calibrar sus políticas en relación a los otros.
–En Argentina, la referencia a Gramsci es muy fuerte. Es también el autor del concepto de hegemonía que es clave en la teoría de Laclau. ¿Cómo se relaciona usted con este autor italiano?
–Gramsci ha siempre estado constreñido, para mí, por la política italiana, europea, como un hombre que estuvo en la formación del Partido Comunista en Italia, en la Tercera Internacional y que, luego, una vez en la cárcel, se dedicó a estudiar y a pensar de una manera que lo transformó en otra persona. Pero ese cambio ha sido completamente escondido y anulado por el PCI que lo presentó como el teórico de la hegemonía. ¿Pero qué cosa era la hegemonía desde ese punto de vista? Era la hegemonía del partido que se ejercitaba en una alianza entre sectores. Y se dejaba de lado, por ejemplo, el gran problema que piensa Gramsci que es la relación entre norte y sur. También toda la ideología y la práctica sobre los consejos es cancelada y la distinción entre guerra de movimientos y guerra de posiciones se evade. Con esto quiero aclarar que Gramsci no estuvo en mi formación. El primer libro de Asor Rosa contra Pasolini (N. del E.: Scrittori e popolo), que fue decisivo para nosotros, lo leímos como una interpretación contra el Gramsci nacional-populista. Esto quiere decir, contra el Gramsci que no hace ninguna mención a la cuestión de clase, o que si la hay es confusa y dispersa.

MARIO VILLANI, SOBREVIVIENTE DE CINCO CAMPOS CLANDESTINOS “Desaparecido reaparecido, ése fue mi paso por el infierno” Mario Villani sobrevivió porque arreglaba lo que robaban en los secuestros. Lo obligaron a reparar la picana y la modificó con menos carga eléctrica. El cautiverio más largo en los campos clandestinos de la dictadura.

Mario Villani, el sobreviviente que quizás haya estado más tiempo preso en los campos clandestinos.



“Soy un desaparecido, un sobreviviente, o si se quiere un desaparecido reaparecido. Este es el relato de mi paso por el infierno.” Así se presenta Mario Villani en Desaparecido. Memorias de un cautiverio. El libro escrito junto a Fernando Reati es mucho más que un testimonio, es una despiadada y lúcida reflexión sobre el dilema de la vida en cinco centros clandestinos de detención. A lo largo de cuarenta y cuatro meses pasó por el Club Atlético, El Banco, El Olimpo, el Pozo de Quilmes y la ESMA. “Maldito si lo haces, maldito si no lo haces”, repite este físico que a los 72 años desmenuza sin pudor qué significa “colaborar”, cuál es el límite que cada uno le pudo poner a esa convivencia con el terror. “En mí vieron la posibilidad de utilizarme, de reparar lo que les robaban a los secuestrados, me tuvieron trabajando de bricoleur”, dice con una ironía elaborada durante años de pensar en la complejidad de la condición humana de torturadores y torturados.
Villani contó ante tribunales de Argentina, Francia, Italia, España cómo después de negarse a reparar la picana eléctrica de Antonio Del Cerro, alias “Colores”, un torturador que se ufanaba de su arte en la aplicación de tormentos, aceptó hacerlo. Le disminuyó la descarga. Durante una semana había escuchado los gritos de compañeros sometidos a la corriente directa. Los paros cardíacos se repetían, las muertes también. En Desaparecido, Villani y Reati, recuerdan esta y otras historias.
–¿Cómo jugaba la inexistencia de fronteras entre represores y secuestrados en los centros clandestinos?
–Eso fue determinante para todo. Estábamos inmersos en el espacio del represor. No existía la posibilidad de discutir entre nosotros, de analizar entre nosotros lo que nos estaba pasando, de apoyarnos: estábamos siempre mezclados con los torturadores. Ese borrado de fronteras, además, es unilateral: la libertad que el preso tiene a pesar de estar preso que es el momento de privacidad en la cárcel, nosotros no lo teníamos. Había torturadores como El Turco Julián, por ejemplo, que se quedaban a dormir.
–Usted estuvo casi cuatro años secuestrado.
–Estuve en cinco campos: desde noviembre del ’77 a agosto del ’81. He sido uno de los que más estuvieron. No es común que haya gente que haya estado tanto tiempo y en tantos campos. Supongo que debe haber influido el hecho de que a mí me usaron para reparar equipos de electrónica, electrodomésticos, que además eran cosas que se robaban y tenían que ponerlos en condiciones para llevárselos a sus casas o para venderlos.
–Es increíble cuando usted les pide herramientas y le traen la mesa de trabajo que había diseñado y tenía en su casa.
–A mí me habían secuestrado el 17 de noviembre del ’77 y eso me lo trajeron alrededor de marzo-abril del ’78, es decir que en algún lado lo tenían.
–En el libro estremece la reflexión sobre el significado de colaborar en un campo clandestino. ¿Qué significa colaborar, cuál es el límite?
–Me resultó difícil procesar eso. Todo es colaboración: que te vean vivo ya es una colaboración, aunque uno simplemente respire delante de otro. El otro recién secuestrado ve que uno está vivo y piensa a lo mejor “yo me salvo también”, es una forma de controlarlo mejor, es involuntaria e inconsciente, no es una colaboración deliberada, pero los tipos utilizaban ese mecanismo. De ahí para adelante hay un montón de escalones de colaboración. Yo colaboré. Colaboré reparando. No colaboré torturando, no colaboré interrogando, no colaboré entregando gente. Pero, por ejemplo, secuestraron a uno de mis mejores amigos, en una cita conmigo.
–¿Cuénteme cómo fue?
–A Gorfinkiel lo secuestran a pesar de los esfuerzos que yo había hecho. Yo tenía una cita agendada codificada para el mismo día en que me secuestraron, no dije nada, me callé la boca y se dieron cuenta al siguiente, me volvieron a torturar. Supongo que debo haber admitido que sí porque total había pasado la cita. Además teníamos un convenio los que estábamos en el mismo ámbito: normalmente usábamos un número de teléfono alquilado para pasarnos mensajes. La única forma de comunicarnos era a través de lo que llamábamos buzones, pero sospechábamos que ese teléfono estaba pinchado, entonces decidimos conservar ese buzón para pasar mensajes de alarma: si un mensaje llegaba a ese buzón había que desconocerlo y pensar “se pudrió todo”. Cuando me ordenaron llamar, pensé: “Esta es la mía” y dejé un mensaje ahí porque era el que usábamos como alarma, yo lo llamo a ese buzón y le dejo una cita... Y Jorge fue... No tendría que haber ido. Poco después, yo repartiendo la comida en el campo, le llevo la comida a la celda y se pone a llorar y me pide disculpas por no haber cumplido con la consigna. Ahí nos pusimos a llorar los dos. Yo le dije: “Pero escuchame, soy yo el que te entregó”.
–Usted cuenta que paradójicamente al ser secuestrados sentían cierto alivio por no seguir siendo perseguidos.
–Además del alivio de no estar perseguido se sumaba el hecho de que yo, por lo menos, no tenía la certeza de que me iban a matar: pensaba que por ahí me salvaba. Pensaba “se acabó, no corro más”. Fue pasando el tiempo y llegué a convencerme de que estábamos todos condenados a muerte. El alivio se terminó, continuó en el sentido que no seguía la pelea, no tenía que seguir escapando, pero estaba condenado.
–A pesar de todo su objetivo era sobrevivir un día más, renovar la esperanza a pesar del horror en que vivía...
–Es agotador pero a mí me resultó imprescindible. No me podía permitir hacer planes de futuro, no me podía permitir lamentarme y decir si salgo en libertad, me voy al exterior, no milito más o milito más. Me di cuenta de que si hacía eso no estaba prestando atención al aquí-ahora y era imprescindible que estuviera siempre atento, si no podía ligármela en cualquier momento. El único plan que me permitía hacer era llegar vivo al día siguiente.
–Usted reflexiona sobre la dificultad de armonizar la necesidad de afecto con la desconfianza sobre todo. ¿Cómo se resolvía ese dilema?
–La vida en un campo de concentración es una vida esencialmente dilemática. Continuamente estás frente a situaciones de “Maldito si lo haces” y “Maldito si no lo haces”. A mí me sirvió el olfato, como línea general sabía que tenía que desconfiar pero no se puede vivir desconfiando. Llega un momento que uno lo siente por la piel, a veces te equivocás pero es el riesgo que corrés. Largabas alguna opinión pero no todas, con otro te abrías totalmente. Eso viene mezclado con la cuestión afectiva que es muy importante, que no es solamente formar pareja, lo afectivo se puede reducir a una mirada, un roce, los pequeños toques de contenido afectivo son básicos en un marco como ése. Para mí, la situación más importante fue con Juanita... (N de R: Juana Armelín, una chica que había militado en el Partido Marxista Leninista de La Plata que entabló una relación con Villani que el represor Samuel Miara, alias “Cobani”, detectó y usó para humillarlos hasta que la hizo desaparecer).
–El caso que muestra la perversión de Cobani.
–A Cobani lo tengo acá (se señala entre ceja y ceja). Yo no tengo odio, tengo bronca, pienso que hay que condenarlos. Pienso que si bien yo en mi interior los condeno, no soy quién para condenar a nadie, será un juez o la Justicia, pero con Cobani no puedo ser tan objetivo. Por suerte después conocí a los hijos de Juanita, nos hicimos amigos y a través de esa relación por lo menos les pude contar.
–¿Cómo superó el saber que hubo secuestrados que colaboraron al punto de torturar a sus compañeros?
–Es una tortura más para el conjunto: para los prisioneros que ven que hay ex compañeros que se dieron vuelta, no saben si ellos no pueden llegar a caer en la misma. Antes creían que eran puros y resulta que terminaron así, en el fondo implica que nadie está a salvo de eso. Por otro lado, no es lo mismo que te torture un torturador que un ex compañero, pero además esa tortura no es sólo para el que está siendo torturado sino que el que tortura está sufriendo una tortura aunque no tenga conciencia de ello.
–Ni siquiera esa degradación extrema les garantizaba la vida, no implicaba un salvoconducto.
–No fue una garantía. En general fueron bastante despreciados, los usaban porque eran útiles, salvo algunos que terminaron pasándose con armas y bagajes para el otro lado. En general los usaban y los tiraban, eran forros.
–Usted cuenta el caso de un hijo de un secuestrado-torturador al que no dejan entrar a la agrupación Hijos.
–Eso es muy duro: qué culpa tiene el hijo de lo que hizo el padre. Son situaciones muy complejas, el ser humano es complejo, no es lineal. Esos hijos que no lo dejaron entrar estaban viendo un retoño del que torturó a sus padres y de un traidor. No se trata de justificar o no, hay que tratar de entender.
–Usted dice que le sirvió comprender que eran seres humanos los torturadores.
–Hitler era un ser humano. Me sirvió para manejarme con ellos. El relato ése del torturador que me torturaba y le dije: “No te entiendo”, me abrió los ojos. Cuando le dije que a él lo estaban usando, me dijo hijo de puta pero paró de torturarme. Otra cosa, todavía hoy tengo que pelear contra una parte de mí que se pasa de rosca pensando “a estos hijos de puta los quiero reventar” porque en ese caso yo no me diferencio de ellos. Yo no soy como ellos y eso lo tengo que defender a muerte. Esa lucha que fue dentro de los campos, sigue hoy. Que ellos me vieran a mí como una cucaracha, como un ser despreciable, primero es su visión maniquea del mundo. Si yo tengo esa misma visión, soy igual que ellos.
–¿Cómo vive el desenlace de los juicios a los represores: como una reparación, como una tarea cumplida?
–Está la parte racional, lo vivo como reparación, como decir gané –no sé si decir gané porque no creo estar libre del todo como no creo que vos lo estés tampoco–. Logré sí hacer algo que intentaron impedir que hiciera. Por otro lado hay una cosa que me gratifica: no soy yo solo, es una sociedad que va cambiando. Todavía hay quien dice por algo será, que deberían haber matado a todos. Son procesos largos, complejos y contradictorios: como suma me parece que van en la dirección correcta. Estas condenas son un fruto de muchos años de lucha de mucha gente, y son un fruto también de la maduración interior de la sociedad.
–El compromiso de dar testimonio, ¿puede implicar que ese horror no se repita?
–Lo que hago está dirigido a que eso pase, pero no es indefectible que pase. Pienso que no hay que bajar los brazos. Hay que estar atentos siempre porque las fuerzas que hicieron producir esto están presentes en todo el mundo. Los que tienen en sus manos el poder se defienden con uñas y dientes: mientras les sirva hacerlo con métodos civilizados lo harán, pero si no recurrirán a cualquier método.

domingo, 27 de noviembre de 2011

INTERNACIONAL Las FARC fusilan a tres policías y un militar que permanecían secuestrados Entre ellos se encuentra Libio José Martínez, el rehén que más tiempo llevaba en manos de la guerrilla colombiana

Libio José Martínez, el rehén que más tiempo ha estado en manos de las FARC



Tres policías y un militar del Ejército colombiano han sido fusilados por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el departamento de Caquetá supuestamente tras un intento de rescate, según ha informado la emisora Caracol Radio.
Entre los fallecidos se encuentra el sargento Libio José Martínez, según especula la cadena, aunque aún no se ha confirmado la identidad de ninguno de los fallecidos. Sí se sabe que hay un cuarto policía desaparecido.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Goldman Sachs se forra provocando hambrunas,Ni siquiera la actual crisis económica global ha frenado ese encarecimiento de los productos de primera necesidad, pues el año pasado los precios de los cereales aumentaron en más del 60%.


Tan obsesionados andamos con la deuda soberana, la crisis del euro y la recesión del ladrillo, que nos hemos olvidado de los que están mucho peor que nosotros: los mil millones de personas que cada día se acuestan con hambre.
Las hambrunas que aquejan al planeta tienen múltiples causas, desde las sequías e inundaciones causadas por el cambio climático hasta la industria de los biocombustibles, que quita tierras y cultivos a la producción de alimentos para llenar los depósitos de los grandes todoterrenos del mundo rico. Pero pocos saben que uno de los principales motivos de ese sufrimiento mundial –y de que cinco millones de niños mueran por malnutrición cada año en el Tercer Mundo– es la ingeniería financiera con la que los tiburones de Wall Street transformaron los mercados de futuros de las materias primas en una ruleta bursátil, con la que seguir enriqueciéndose, tras el pinchazo de la burbuja de laspuntocom en 2000-2001.
En realidad, a los primeros que se les ocurrió tan estupenda idea fue a los banqueros neoyorquinos de Goldman Sachs, quienes ya en 1991 crearon un nuevo instrumento especulativo, un índice de 18 productos básicos –del trigo, el cacao, el cerdo, el arroz o el café, al cobre y al petróleo– para que los brokers pudieran también jugar en lo que hasta entonces era un mercado especializado. A ese Goldman Sachs Commodity Index se sumaron después muchas otras grandes entidades financieras deseosas de aprovecharse de la llamada “apuesta de China”: la lógica creencia de que a medida que crezcan los ingresos de chinos, indios y otros integrantes de las nuevas clases medias de las potencias emergentes, consumirán alimentos de mejor calidad y en más cantidad. Una jugada segura.
Es lo que la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) denomina “financialización” de los mercados de productos de primera necesidad. Un fenómeno que se desbocó cuando los lobbies financieros norteamericanos consiguieron que el Congreso de EEUU aprobase por la vía de urgencia –para compensar a los mercados del colapso de la burbuja digital– una legislación que permitió a los grandes fondos de pensiones y hedge funds que empezasen a especular con derivados de esos índices de materias primas. Acababa de empezar el siglo XXI y tanto republicanos como demócratas abrazaban el credo de la desregulación financiera.
El resultado fue tan espectacular como ignorado por políticos y ciudadanos: en sólo cinco años, las posiciones de los fondos en el mercado de materias primas pasó de 13.000 a 317.000 millones de dólares. Esa tremenda multiplicación especulativa buscaba, por supuesto, que los precios de esos productos básicos se disparasen, para obtener pingües beneficios con los astronómicos márgenes entre lo que se paga a los agricultores (fijado de antemano e invariable) y lo que se acaba cobrando a los consumidores.
Y así fue. Según los cálculos de la Unctad, en la primera década del siglo los precios medios del trigo, el maíz y el arroz prácticamente se triplicaron… produciendo decenas de miles de millones de beneficios a los especuladores bursátiles, con los que compensaron sus pérdidas en las temerarias operaciones de las hipotecas subprime, los activos basuray los CDS. Entretanto, en 2008 estallaban revueltas del hambre en una treintena de países del Tercer Mundo, donde la mayoría de la población tiene que gastar en alimentos el 70% de sus ingresos y no puede costear ni la menor subida de precios; simplemente ha de pasar hambre.
Ni siquiera la actual crisis económica global ha frenado ese encarecimiento de los productos de primera necesidad, pues el año pasado los precios de los cereales aumentaron en más del 60%.
“El mercado de los alimentos se ha convertido en un casino”, declaró Joerg Mayer, de la Unctad, a The Guardian. “Y por una única razón: hacer que Wall Street gane todavía más dinero”.

POLÍTICA DE INMIGRACIÓN El PP impedirá la regularización de inmigrantes por arraigo social Los populares no legalizarán la situación de extranjeros que lleven tres años residiendo en España

Un inmigrante en un taller de escultura en piedra. 



Los inmigrantes que llevan tres años viviendo en España tienen opción a regularizar su situación. Con el PP en el poder, no podrán hacerlo si su situación en el país era ilegal, por más que, como permite ahora la ley, puedan acreditar su arraigo social, tras residir tres años, y tengan un contrato de trabajo en el momento de solicitar legalizar su estancia.
El portavoz del PP en temas de inmigración, Rafael Hernando, concretó ayer algunas de las medidas que tiene pensado aprobar su partido cuando se forme el nuevo Gobierno, mediante la reforma de los artículos 123 a 130 del Reglamento, en vigor desde el pasado junio, que desarrolla la Ley de Extranjería, de 2009. "El arraigo ha favorecido la inmigración ilegal y solo debería existir como sistema excepcional", afirma Hernando. "Hay que limitarlo para intentar desincentivar la inmigración irregular e incentivar la circular, el retorno con posibilidad de volver". Solo en algunos casos "muy excepcionales, que se establecerán de acuerdo con las comunidades autónomas y los Ayuntamientos", se mantendrá esta posibilidad.
Al arraigo social se accede básicamente tras permanecer irregular tres años en España y acreditar que se ha logrado un empleo por al menos un año, y al laboral, si se llevan dos años de forma ilegal y se demuestra que se lleva uno trabajando. Desde 2006, la cantidad de personas que han logrado la permanencia por arraigo social o laboral (aunque el segundo es muy minoritario) se fue incrementando de forma considerable (7.427, ese año; 30.231, en 2007; 66.200, en 2008, y 82.300, en 2009), hasta que empezó a hacer mella la crisis económica. El pasado año bajaron a 65.676 y este van, a 30 de junio, 70.684.
Como factores, a la crisis se une la reducción del número de personas irregulares que llegan a España debido, según los socialistas, a las medidas adoptadas por el Gobierno, "como la obligación de entrar con un contrato de trabajo, los acuerdos con los países de origen de inmigrantes y la bajada del número de llegadas en patera hasta alrededor de un centenar de personas al año", según resaltan fuentes del Ejecutivo.
En cambio, los populares, aunque reconocen la reducción de la irregularidad, consideran que "medidas como el arraigo, la regularización de 2005 o la reagrupación familiar han favorecido la llegada de ilegales", resalta Hernando. "No puede ser que se regule a 70.000 personas por arraigo cuando no hay empleo en el país", añade.
Vladimir Paspuel, presidente de la asociación de inmigrantes ecuatorianos Rumiñahui, pide al PP que "respete la normativa actual". Espera que la consulta que Hernando ha prometido hacer con las comunidades autónomas le haga cambiar de opinión, porque, asegura, "por suerte dentro del PP hay corrientes sociales y progresistas, siempre pegados a la norma y a la Ley", como la propia asociación. "Lo que corresponde es pensar en las personas que están viviendo en España y no tienen documentos -calcula que pueden ser entre 600.000 y 700.000, aunque otras estadísticas apuntan a un millón-, y se mantengan los arraigos social y laboral", apunta Paspuel. Como señala, son muchos los inmigrantes que están trabajando y contribuyendo a sacar a España de la crisis, y otros, han perdido precisamente sus papeles por culpa de la situación económica. “Pedimos que se tenga cuidado y no se intenten lanzar unas afirmaciones que desestabilizan la sociedad y a la inmigración”.
"Esperamos que el país empiece a tener una estabilidad económica, y cuando empiece a crecer, necesitará mano de obra", apunta Paspuel. Recuerda, además, que parte del crecimiento económico que vivió España se debió en parte al trabajo de los inmigrantes, y que "según Naciones Unidas e informes hechos por la UE, en Europa harán falta 40 millones de inmigrantes para garantizar su sistema de bienestar".
En la misma linea se ha pronunciado el responsable económico de laFederación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados(FERINE), Gilberto Torres Martínez, que se muestra "perplejo" por el anuncio, aunque admite que lo veían venir. Para Torres, esta medida sería "una violación más de los derechos fundamentales de los inmigrantes" y un error, porque "en lugar de buscar una integración, por el contrario, con este tipo de política se ahonda más en el sufrimiento y en la situación del emigrante que por razones muy personales y por la situación económica, social y política en el país de origen, han tenido que venir a España". "Lo más preocupante es que se coarte el derecho para poder tener una estancia permanente en España desde la figura del arraigo", subraya, lo cual impide al emigrante "tener un documento que le acredite como parte de la población". Recuerda, como Paspuel, que la regularización de inmigrantes en 2005 "contribuyó significativamente, con sus pagos a la Seguridad Social y Hacienda, a que hubiera una economía más solvente en ese momento".

Inmigración circular

El Gobierno de Mariano Rajoy "vinculará la inmigración al empleo" y facilitará la entrada, asegura Hernando, de quienes vienen a buscar un empleo o quienes firmen un contrato en origen, al tiempo que garantizará su retorno a sus países de orígenes cuando finalice su contrato de trabajo. Es lo que se denomina "un sistema de inmigración circular". Según Hernando, los populares consideran que el modelo actual incentiva la entrada de personas "sin cumplir los requisitos" necesarios, y fomenta la inmigración ilegal.
“La inmigración circular nos preocupa porque el sistema resta derechos a las personas”, responde Paspuel, que subraya que “experiencias de otros países como Alemania o Inglaterra han fracasado”. La mayoría de los inmigrantes, cuando llegan a un país, se asientan y se quedan, como es el caso de la población turca en Alemania, relata el presidente de Rumiñahui por teléfono, antes de añadir que lo peligroso es no hacer un proceso de integración plena, laboral, política y social.
El PP se propone además crear "un nuevo visado temporal de búsqueda de empleo" con el que será imprescindible haber llegado al país para poder acceder posteriormente a la regularización. Hernando asegura que "al menos desde 2005, alrededor del 60% de los inmigrantes que se han regularizado entraron en España con un permiso turístico". Este visado se conseguiría solo si pueden probar que tienen un contrato en origen o una oferta de empleo. Paspuel insiste, sin embargo, en que la mayoría de los extranjeros que llega ahora a España, que son cada vez menos, lo hace “necesariamente con visado de trabajo”.
Si trascurrido un tiempo el inmigrante no consigue el empleo, el PP plantea que deberá regresar a su país, aunque según Hernando, conservará el permiso de residencia para que si vuelve a encontrar empleo "regrese tranquilamente sin ningún trámite burocrático". El sistema se basará en las listas del INEM de ocupaciones de difícil cobertura, aunque los puestos solo se pondrán a disposición de extranjeros cuando ningún español cubra la vacante. Hernando ha señalado que en profesiones como la de temporero, es decir, trabajos temporales en la agricultura, siempre hay demanda de obra de mano extranjera.
"Pedimos otras alternativas que permitan que España sea un país progresista, que salga adelante, como hemos venido haciendo, participando de todos los procesos políticos, económicos y sociales. Hoy más que nunca, en la crisis, debemos trabajar como un solo hombre para sacar adelante el país", solicita Gilberto Torres, de FERINE.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Hoyyyyyyy viernes se dara el recital unico y personal en Madrid es imposible perdercelo y solo ir ya es un lujo.Julio

Bukowski club es un bar que está en Madrid (España) en la calle San Vicente Ferrer, 25 (metro Tribunal).

CORRIENDO EL RIESGO,Mal Momento.


Otra vez me desilusionas
otra vez te vas sin saludar
Y el beso que mañana
nunca vas a recordar mas que yo

Y tal vez el tiempo pasara
y tal vez ni me recordaras
No sera justo quizas
que me dejes esta vez

Me gustaria hablar con vos
me costaria decirtelo
me jugaria yo por vos
corriendo el riesgo de perder

Mal Momento - Corriendo El Riesgo (en vivo - DVD It's Alive)

LITERATURA- Formas de volver a casa Sobre la novela de Alejandro Zambra, una experiencia personal de la autora, la ponencia de Julia Kristeva "Ser madre hoy", la pasión materna y las distintas formas de volver a casa.

PASION MATERNA. Sobre Alejandro Zambra, Julia Kristeva y las madres.


En Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra, novela que juega al límite con la posibilidad de ser autobiográfica, la madre del narrador –un joven escritor que visita la casa paterna– le pide opinión sobre un libro que a ella le gustó mucho. Para el narrador el libro es malo y esa es su respuesta tajante. De esa noche, en la que trata de dormirse en su cuarto de infancia, evoca: “Me dormí recordando la voz de mi madre diciéndome: ‘Deberías ser más tolerante’”. En mi caso, debo decir que la recomendación de leer esta deslumbrante novela de Zambra, como tantas otras que suelen dar en el blanco de mis preferencias literarias, se la debo a mi hijo. El, sin mostrar excesivo interés en esas preferencias mías, parece sin embargo estar poniendo a funcionar una especie de intuición familiar que tal vez sea genética. Julia Kristeva, cuya conferencia “Ser madre hoy” acabo de escuchar en el marco del honoris causa que le otorgó la UBA, negaría que se trate de una intuición genética. Arriesgada como siempre, la pensadora se atreve a reflotar términos casi anacrónicos como amor, pasión, o incluso madre, para construir la sugerente noción de “pasión materna” que vendría a desbiologizar el vínculo con el hijo, devolviéndole a la mujer esa capacidad sublimatoria que hasta ahora el psicoanálisis atribuía a la función paterna. La pasión materna, en cambio, no es una función sino una experiencia de amor por la que la madre, al transmitir el lenguaje, transmite a un tiempo pasión por ese lenguaje. Así, dejando en un acto de desprendimiento que el otro lo haga suyo, ella también aprende a hablar de nuevo. Tal vez tanto en el caso de la madre zambriana como en el mío propio, cada una a su modo, transmitimos y nos dejamos transmitir en un ida y vuelta donde el lenguaje no es instrumento sino experiencia. Y ese otro término anacrónico, “tolerancia”, que ella le pide al narrador, podría servir también para aludir al desprendimiento que haría posible pensar la literatura no como un artificio avalado por el gusto sino como otra de las formas de volver a casa.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.Françoise Sagan

Tu tienes un misterio
mas allá del temblor
y del aire
tu cuerpo
es como un barco
el es un día que gime
y una herida
que va por delante.

Tu nombre
es como un cuerpo
que sube en la noche
un claridad de la piel
y una cama llena de sueños.

Querida se que imaginas
un adiós en la esperanza
y te dejas tocar
por los fantasmas
que cantan
la canción triste
desnuda de ti.

Tu nombre te persigue
se pierde en una estación
se vuelve penetrante
el techo de tanto amor
es inmenso querida
así tu vienes desnuda
de los años en el fin.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Demasiada prudencia y mucha solidaridad, la crisis española vista por los inmigrantes argentinos- Unas doce familias por día piden información en los consulados españoles para regresar a la Argentina.


“Eran tantos que las empresas empezaron a crear productos para inmigrantes. Con los productos nacieron los medios en los que publicitarlos, pero los argentinos no nos identificábamos con las publicaciones latinas. Entonces creamos una revista para las empresas que querían dirigirse al consumidor argentino”. El que habla es Mario Bidart, un publicista de Buenos Aires que aterrizó en la España boyante de 2002 y cofundó en Madrid Zona25, una publicación para argentinos en España.

El último número de Zona25 salió en abril. En épocas de crisis, las empresas no necesitan demasiadas excusas para retirarse del mercado publicitario. Mucho menos cuando es publicidad en revistas para los inmigrantes, uno de los sectores más castigados por la crisis española. Zona25 se reconvirtió en una publicación en Internet. A Bidart sigue dándole para vivir pero hay otros argentinos a los que la crisis les quitó una de las razones por la que se fueron de la Argentina tras el 2001: mejorar su estabilidad económica.

Según el cónsul general de la Argentina en Madrid, Julián Tettamanti, cada día llegan al consulado unas cuatro familias argentinas con intenciones de regresar. Para toda España, estima que pueden ser doce familias por día. “Las consultas empezaron a crecer desde principios del año pasado, algo que coincide con un aumento de las consultas de españoles que quieren irse a la Argentina. Los argentinos que vinieron en 2001 y no terminaron de asentarse son los que se está yendo. La otra inmigración, la que vino por la dictadura de los años setenta, lleva más de treinta años acá y tiene otro arraigo”.

La psicoanalista Bibiana Degli es una de las que llegaron en los años 70. Hoy preside la asociación argentina más antigua de España, Casa Argentina de Madrid. En su opinión, los argentinos han resistido la crisis mejor que otros inmigrantes, pero no son inmunes: “Primero afectó al colectivo peruano y ecuatoriano, que estaba más en construcción y hostelería, los sectores más afectados. Pero en el último tiempo está afectando también a los argentinos, sobre todo los que vinieron en los últimos años”. 

Dentista, psicoanalista y cirujano plástico son las profesiones que se le ocurren a un español cuando piensa en los argentinos de los años setenta. En artes escénicas también tienen lugar destacado, con varios grupos de formación de actores fundados, dirigidos y sostenidos por argentinos, como la escuela de Cristina Rota, Juan Carlos Corazza (que formó a Javier Bardem) y Jorge Eines.

La inmigración argentina del siglo XXI, esa que no tuvo tiempo para echar raíces ni formar un colchón de ahorros con el que capear la crisis, está sobreviviendo “con varios empleos, pasándose trabajos unos a otros, y gracias a las empresas argentinas, como los restaurantes y los importadores, que empiezan a contratar argentinos”, según Degli. La reacción de los españoles a la crisis ha sido, en su opinión, de excesiva prudencia: “El repliegue del consumo es muy superior al porcentaje de gente que quedó sin trabajo. Con un 18% de desempleo, el gasto se redujo en más del 50%. En eso, el pueblo español es más ahorrador que el argentino, el argentino sufrió tantas devaluaciones que es difícil convencerlo para que ahorre”.

La inseguridad y la dificultad para pagar a las droguerías con patacones llevaron a Silvia Guarnieri a cerrar su farmacia en Villa Adelina y aterrizar en Madrid a principios de 2002, donde terminó montando una consultora con su marido: “En 2009 y 2010 aumentamos la facturación pero en 2011 ya empezamos a sentir la crisis. Estamos en un sector privilegiado porque trabajamos en la parte más alta de la pirámide en las organizaciones. Por ahora, la cúpula directiva ha seguido permitiéndose la capacitación pero intuimos que en 2012 va a haber un frenazo fuerte”.

En opinión de Guarnieri, “pasarla mal” en España no es lo mismo que en la Argentina: “Aquí hay una cosa social sostenida en el sentido de que la gente cobra el paro (subsidio por desempleo) algo impensable en la Argentina de 2001. También hay mucha solidaridad entre las familias, porque no todos perdieron sus ingresos. Son cinco millones de parados en España, pero no tiene relación con lo que pasó en la Argentina. Aquí todavía hay sistemas de ayudas que hacen que el tejido social no se rompa tanto”.

Después de décadas de crecimiento, el español en crisis es visto por los argentinos como excesivamente conservador: “Virgencita, virgencita, que me quede como esté”, dice Guarnieri. Por suerte para la actriz y cantante porteña Lucila Laske, no todo el consumo se paralizó. Su último espectáculo de tango, Identidad, todavía le permite vivir en Barcelona junto a su marido español:  “En momentos de crisis en los que no se puede hacer casi nada, la gente necesita alimentar el alma y reconfortarse con simples cosas como escuchar música y cosas de calidad”. En cualquier caso, ahora tiene que trabajar más: los lugares donde actúa pagan entre el 50% y el 65% de lo que pagaban antes.

Llegado desde Buenos Aires tras la crisis de 2001, el periodista freelance y editor de la página energias-renovables.com Luis Ini, es otro de los que decidieron quedarse en Madrid: “Ya llevamos como mínimo tres años de crisis y yo no creo que vaya a durar 10 años más. El contexto europeo, aunque por ahora ha sido bastante inútil, tiene que dar tranquilidad. En algún momento va a haber que empezar a generar riqueza. Esta etapa de especulación va a tener un tiempo de vida limitado”.

No sólo los argentinos sueñan con volver. Purificación López nació en Galicia y vivió en Buenos Aires 17 años. En 1976 regresó a España para instalarse en Madrid. Dice que aún extraña. “Mi hija acaba de tener un bebé en España, mi hijo tiene 29 años y todavía está en casa. Todo eso tira para atrás. Si no, sí que volvía”. En los últimos cinco años estuvo tres veces en Buenos Aires. En todos los viajes, volvió cargada de “cosas lindas de plata y cuero”. Dice que cada vez que sus compañeras en el trabajo le dicen 'qué bonito es eso que llevas' es algo que compró en la Argentina.